Una vecina de Villa del Carmen se negó a ser trasladada en el vehículo y prefirió pagar un taxi. En Carlos Reyles, hace más de un mes que la ambulancia no está operativa. Los habitantes de la localidad de Villa del Carmen en el departamento de Durazno atraviesan por una situación muy particular. En el pueblo viven unas 4.000 personas y la única ambulancia se encuentra en reparación en un taller.
Ante esta realidad, se plantearon varias alternativas: que los pacientes sean trasladados en los móviles policiales o en los vehículos del municipio, aunque no siempre están disponibles. Es entonces que el alcalde de la localidad, Núber Medina, solicitó a una empresa fúnebre el préstamo de una de sus carrozas para poder trasladar a las personas que así lo requieran. “Es una solución provisoria. Estos vehículos no son los más apropiados”, dijo el alcalde al diario El País. La solución no fue bien recibida por los vecinos. Hace unos días una mujer se negó a ser trasladada en la carroza fúnebre y prefirió pagar un taxi para ser atendida. El diputado y exintendente de Durazno, Carmelo Vidalín denunció la situación de Villa del Carmen ante la Cámara de Representantes. La localidad de Carlos Reyles atraviesa un inconveniente similar. Hace más de un mes la única ambulancia no está operativa. En ambos casos las personas tienen que recurrir a la buena voluntad de los vecinos de esos pueblos que cuentan con vehículo propio para trasladar a quienes lo necesitan por decenas de kilómetros para poder ser atendidos. Estas carencias también fueron denunciadas en la Junta Departamental duraznense por el edil Domingo Rielli. |